Es la estrella más cercana a la Tierra, tiene ~4,600 millones de años, y se estima que está en la mitad de su vida. El tamaño y la masa de esta estrella está dentro de lo que se considera una estrella normal (no es ni la más grande, ni la más chica; no es ni la más luminosa ni la menos luminosa). De acuerdo con la masa de una estrella se sabe cómo será su muerte. El Sol verá el fin de su vida convirtiéndose en una gigante roja, que finalmente libera su materia al medio interestelar como nebulosa planetaria y luego su núcleo se convierte en enana blanca.
1. El Sol contiene aproximadamente el 99% de toda la masa del Sistema Solar.
2. Como todas las estrellas, el Sol está formado principalmente por Hidrógeno y Helio.
3. La temperatura en la superficie del Sol es de ~5,600º C.
4. El Radio del Sol es de 700 mil kilómetros, eso es 110 veces el Radio de la Tierra
5. Se encuentra a 150 millones de km de la Tierra (1 Unidad Astronómica=1UA), es decir que
a la luz le toma 8 minutos llegar hasta nosotros.
6. El ciclo de actividad solar tiene un período de ~11 años, en el que se suceden máximos y
mínimos de actividad y se invierte la polaridad del campo magnético solar. En la superficie
del Sol pueden verse las llamadas “Manchas Solares” que son zonas más frías desde
donde el Sol eyecta partículas cargadas electromagnéticamente, que vuelven a caer hacia
el Sol siguiendo las líneas del campo magnético. La frecuencia de manchas solares es
mayor a medida que el ciclo solar se aproxima a un máximo. También durante los
máximos las manchas se distribuyen más próximas al ecuador solar. La observación de
las manchas solares sirve además para estudiar la rotación del Sol.
7. Durante la actividad en la superficie del sol se producen llamaradas y eyecciones de masa
coronal, en las que algunas de esas partículas cargadas electromagnéticamente son
“sopladas” por los vientos solares y llegan hasta la Tierra atraídas por los polos magnéticos
(Norte y Sur). La interacción de esas partículas con nuestra atmósfera produce el efecto
conocido como auroras polares (boreales y australes). En general, la gente piensa que
estas auroras son más comunes en el hemisferio Norte que en el Sur. Esta percepción
sólo se debe a que la zona del hemisferio Norte donde son comúnmente visibles las
auroras se encuentra mucho más poblada que la misma región del hemisferio Sur, pero la
realidad es que las auroras son tan frecuentes en el Norte como en el Sur. En el año 1859
se pudieron observar auroras hasta en lugares como Madrid, Roma, La Habana y Hawaii.
Fuente y agradecimiento: Observatorio Astronomico de Cordoba.
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